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  • Foto del escritorLenna Garay Rodríguez

Urge un enfoque accesible en la enseñanza del yoga

Actualizado: 18 may


mujer practicando postura virabhadrasana II en silla

Descripción: La autora practicando frente a un mural la postura virabhadrasana II (el guerrero II) utilizando una silla plástica. (Copyright © Lenna Garay Rodríguez)



Aunque practico el yoga desde el 2013 y había usado la palabra ‘accesibilidad’ en el contexto de las luchas sociales, la primera vez que asocié esta con el yoga fue en el 2020, durante mi adiestramiento de 200 horas en el estilo vinyasa con Michelle Young, del estudio My Vinyasa Practice (MVP). El logo de MVP venía acompañado de tres palabras que son algo así como el mantra del negocio: “authentic, affordable, and accessible” (en español: auténtico, asequible y accesible). Al observar con detenimiento el logo empecé a cuestionar para mis adentros: 


  • ¿Cuál es la diferencia entre asequibilidad y accesibilidad? 

  • ¿De qué formas el estudio donde me estoy certificando pone en práctica estos conceptos?

  • ¿Cómo se vería en la práctica una clase de yoga accesible? 


En español, las palabras accesibilidad y asequibilidad suenan parecidas, tienen significados similares y hasta aparecen en distintos diccionarios como sinónimos. Sin embargo, hay una diferencia sutil en sus significados. Luego de una búsqueda rápida en Google, pensé que si la asequibilidad significaba tener la capacidad monetaria para alcanzar o conseguir algo, seguramente la accesibilidad debía referirse a algo mucho más amplio y complejo que solo el acceso económico. 


Precisamente, decidí certificarme como instructora en MVP porque lo consideré una opción accesible para mí. Eran tiempos de la pandemia de Covid-19 y me encontraba desempleada. Dadas mis limitadas capacidades de pago, consideré que el costo del programa era razonable y asequible. A su vez, su formato en línea hizo posible que me convirtiera en maestra de yoga a pesar de que vivo en Puerto Rico y el estudio está ubicado en Austin, Texas.


Sin embargo, aunque el estudio promueve la accesibilidad en su slogan de negocios y mediante sus bajos costos y formato en línea, el adiestramiento no me brindó las herramientas necesarias para crear experiencias de yoga inclusivas o adaptar las prácticas de asana y pranayama para poblaciones específicas (por ejemplo, adultxs mayores o personas con diversidad funcional). En este sentido, terminé mi primer training con más preguntas que respuestas sobre cómo poner en práctica la accesibilidad al enseñar yoga a personas con necesidades particulares.



Aprendí a enseñar de forma inclusiva por necesidad


Una vez comencé a enseñar clases en el estilo vinyasa, el concepto de accesibilidad volvió a tomar relevancia para mí. Las clases de asana en el estilo vinyasa por lo general son activas, rápidas, dinámicas y físicamente demandantes, por lo que en la actualidad no las considero la mejor opción para personas que se están iniciando en el yoga. 


Los deseos iniciales de mi ego eran enseñar el estilo vinyasa a personas que tuvieran prácticas de asana de nivel intermedio o avanzado, tal vez inconscientemente para demostrar (¿a quién?) que tenía una práctica avanzada. Sin embargo, mis primeras estudiantes fueron en su mayoría mujeres mayores de 60 años, lo que me obligó a repensar mi forma de enseñar y tomar en cuenta sus edades, habilidades físicas y situaciones de salud al planificar y facilitar mis clases.


Luego, cuando empecé a enseñar yoga informada en trauma a mujeres sobrevivientes de violencia doméstica en un albergue local de Puerto Rico, mis estudiantes volvieron a regalarme una lección valiosa sobre la inclusión y accesibilidad. La organización falló en informarme de antemano que la mitad del grupo estaba compuesto por mujeres mayores de 50 años que tenían condiciones de salud que limitaban su movilidad. Para mi sorpresa, una porción significativa del grupo no podía llevar a cabo la práctica en el suelo.


Para que todas las participantes pudieran beneficiarse del servicio por igual, tuve que aprender en la marcha a facilitar clases de yoga mixtas; es decir, demostrando simultáneamente la secuencia en el mat y en la silla. Hoy recuerdo con cariño estos tiempos de aprendizaje, pero en aquel momento fue frustrante e intimidante tener que lidiar con la situación sin apoyo institucional y aprender “a la mala” destrezas que nunca me enseñaron en ninguno de mis teacher trainings.



Hacia un Yoga para todxs


Mis primeras experiencias enseñando yoga me hicieron consciente de lo increíblemente excluyente que es la práctica del yoga para tantas personas que no cumplen el imaginario falso que ha creado la industria del “Health & Wellness” sobre lo que representa ser unx yogui. Por otro lado, estas experiencias abrieron mis ojos ante la necesidad enorme que existe de que lxs profesionales del yoga tengamos las herramientas adecuadas para atender a personas con necesidades diversas y comunidades marginalizadas


A través de mi propia práctica como estudiante y maestra, he entendido que asumir el rol del maestrx no se trata de repetir sin cuestionar lo que aprendimos de nuestrxs propixs maestrxs. Tampoco se trata de obligar a nuestrxs estudiantes a replicar y hacer lo que decimos como soldadxs sin mente propia, solo para satisfacer nuestros egos. 


En cambio, enseñar yoga se trata de transmitir una tradición filosófica oriental de forma culturalmente responsable, inclusiva y humanizada, reconociendo las identidades, experiencias y necesidades de cada una de las personas que llegan a nuestra clase confiando en nosotrxs sus procesos de sanación. Enseñar desde el lente de la accesibilidad es rescatar las enseñanzas e intenciones originales del yoga y compartirlas con aquellxs que no suelen tener acceso a ellas. A fin de cuentas, ¿qué somos lxs instructorxs de yoga sino eternxs estudiantes, simples acompañantes y mensajerxs humildes de unas enseñanzas que nos preceden por miles y miles de años?




Referencias


  1. Desikachar, T.K.V. (1995). The Heart of Yoga: Developing a Personal Practice. Inner Traditions International.

  2. Patanjali (s/f). The Yoga Sutras of Patanjali: Translation and Commentary by Sri Swami Satchidananda. Integral Yoga.

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